No hace falta que diga que pierdo la cabeza por él. Sé de sobra que tiene esa sonrisa, esas maneras de mirar y todo el remolino que forma en cada paso que da, en cada gesto que hace. Lo he visto serio, ser él mismo, y eso no se puede describir con palabras. Y eso de que "míralo como se pasea", ¡Já! que fácil parece a veces enamorarse. Él puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir aquí; y a la mierda con lo demás. Y es que no sabes lo que es caer desde un precipicio y que él aparezca de golpe y de frente para decirte : estoy aquí. No sabes lo que es despertarte y darte cuenta de que has vuelto a soñar con él, que te encantaría un buenos días princesa, un abrazo y pensar en como poder deshacerte del mundo entero. Soy yo la primera que pierdo el sentido cuando me habla; la que pierde todo por un mínimo roce de mejilla. Que las tonterías, los disimulos cuando su culo pasa y las incomodidades de orgullo, son algo que ya sobra. Yo también lo veo. ¡Qué cuando él cruza por debajo del cielo, solo una tonta mira al cielo! Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se mete las manos en los bolsillos. No solo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores, y yo si que no tengo cojones a decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna. Que sé lo que le pasa cuando deja de ser completamente él, rendido. Lo he visto volar por encima de cosas que valen demasiado, lo he visto rompiendo todos los peones que se le pusieron en el camino. Lo he visto hacerle competencia a cualquier amanecer.. que nadie hable de paisajes si no ha visto su cara.
Solo los sueños, pueden formar parte de su nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario