Suena el despertador, marca las 8:00, empieza el trozo de una canción que dice: "quédate esta fría madrugada, quédate hasta que la luz del alba muestra mi corazón, enredado en la alambrada de tu voz, que me ha rozado el alma". En ese instante, cojo el móvil en las manos y miro tu perfil, ahí estás, en mis manos; recuerdo cada segundo de ese día, como viniste a buscarme, como me sonreíste, como me cogiste de la mano, como me dijiste que me querías una y otra vez, como no me soltabas, como me abrazabas, como me besabas, como te excusabas, como me decías tus planes de futuro, como te interesabas por mi, como te preocupabas de mis caídas..
Dicen que hay una línea imaginaria que separa el pasado, del presente. Dicen que nadie puede dar marcha atrás y escupirse lo que un día hizo mal. Dicen que si retrocedes, todo cambiará. Dicen que nunca se puede borrar lo que es pasado. Le doy al registro de mis mensajes, leo uno por uno, recordando exactamente la medida de mi sonrisa en cada momento, aún me acuerdo de tu primer te quiero. Aquí está todo, cuando salías de fiesta y hablabas conmigo en vez de estar a otras cosas, cuando nos íbamos a ir a vivir juntos, cuando veíamos un futuro, cuando te veía y me temblaban las rodillas. Me acuerdo tanto de el día en que te conocí, era un ocho de septiembre, estaba en la cafetería de siempre, con la misma gente. Nos acercamos a vuestra mesa, dí mi número en alto, y ahí estabas tú, en una esquina, apuntándolo; esa misma noche empezamos a hablar, era un sin vivir, todos los días a partir de las ocho, sin falta. Como nos sonrojábamos al saludarnos..
Hago un esfuerzo por pensar en el colegio, en mis estudios, en mi padre, en mi hermano, hago un esfuerzo, pero lo único que me sale es tu nombre, tus malditos recuerdos y las ganas de abofetearte. Y, ¿sabes lo mejor de todo esto? que por todo lo que debería odiarte.. te quiero.
Ahora, la canción, dice: "porque solo tú, tú me puedes enseñar a volar.."
No hay comentarios:
Publicar un comentario