
Siempre supe que vas, a 10 mil piés sobre mi.
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Desde que te fuiste me volví más canalla.
Sé donde te encuentras ahora mismo. Tus pies miran al este, estás tumbado boca abajo, tu mano izquierda cuelga entre la cama y la pared. Me juego lo que quieras a que tienes la pierna derecha estirada y la izquierda un poco flexionada. Llevas exactamente 76 minutos en esa posición. Estás dormido. Y quizá esté invadiendo un pequeño hueco entre tus sueños. Jamás lo sabremos. También sé como es el olor de tu piel los días que se te olvida echarte colonia. Y me conozco exactamente cada una de las marcas que aparecen en tu cara cuando achinas los ojos cuando sonríes sin parar o haces el idiota.. He recorrido tu cuerpo entero, saltando de lunar en lunar. Sabría reconocer el roce de tus muelas entre un millón de ruidos, y ni hablar de cuando sumerjo mis dedos en tu mullido pelo, debe ser igual que cuando los ángeles tocan las nubes. No sé que ha sido del tímido roce de tu nariz por los distintos rincones de mi cuerpo.
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