Cuarenta tablones dirigidos a él, noventa personas en un chat cuando sólo buscas a una, ciento cincuenta números de teléfono en tu agenda pero dejarías sólo su nombre.
Horas y horas hablando por teléfono, viendo sus mensajes una y otra vez, la foto que os hicisteis, la que tienes guardada como el más preciado tesoro, y quince mil sonrisas dibujadas , una por cada vez que recuerdas su olor, otra por cada vez que oyes su risa, una mas por cada vez que os miráis y deja de existir el mundo.. Y como una ingenua, diré que pueden aparecer mil chicos en mi vida pero seguiré pensando que dependo de él como una completa imbécil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario