Siempre supe que vas, a 10 mil piés sobre mi.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Porque la vida, puede ser maravillosa.

Y en ese momento lo ves, y lo miras, y pasas cerca y te roza con el brazo, y nadie más lo ve, pero tu carne está de gallina y estás a punto de sonreír como una verdadera gilipollas. Pero al pasar y reconocer su olor te vuelves loca del todo, y al darte la vuelta para decir algo sólo se te ocurre un “encantada de haber coincidido contigo en esta vida”, al tiempo que tu corazón lucha por salirse de tu pecho y tiemblas tanto que en cualquier segundo caerás rendida a sus pies.

No hay comentarios:

Publicar un comentario